Temática

El Greco en los sellos españoles.



1. Reseña Biográfica:

Pocos datos hay seguros en los sucesos más importantes acaecidos en la vida del pintor, sobre todo en los primeros años de su vida.

Dominico Theotocopulos, nació en el año 1541 en Candia (Heraclion), capital de Creta, y que en aquella época pertenecía a la republica veneciana. No se conoce el nombre de su madre, su padre se llamaba Georgios Theotocopulos, profesionalmente se dedicaba al comercio marítimo. De su familia destaca la influencia de su hermano mayor Manoussios, que heredo de su padre la actividad comercial, aunque también se dedico a otras actividades (recaudador de impuestos etc.).

Refiriéndonos a la formación de Dominicos, cabe mencionar que por el momento se desconoce el grado de formación humanista que recibió, y si tuvo algún maestro.

Se formó a la manera bizantina, en un ambiente con muchas influencias occidentales, aunque sin llegar a ser un madonnero.

En este sentido mencionar que artísticamente en Creta desde mediados del siglo XIV existen dos corrientes que influyen en la producción de los pintores:

1. La Manera Griega: caracterizada por la fidelidad a los cánones de la pintura bizantina tradicional en el mundo ortodoxo griego (tardo-bizantino. Principalmente pertenecían a este grupo artistas anónimos sin influencias occidentales y cuya producción mayoritaria era los iconos o imágenes sagradas, que es la creación más característica bizantina. Los iconos son obras realizadas sobre tabla, al temple o a la encáustica. Se caracterizan por su hieratismo, frontalidad, geometrización y gusto por lo decorativo; todo ello origina una pintura lujosa en donde no se representan valores realistas (espacio, relieve…) empleándose recursos simbólicos y convencionales.

2. La Manera Latina: se caracteriza por la simbiosis entre lo oriental y lo occidental, yuxtaponiendo elementos bizantinos e italianos. Las estampas y los grabados permitieron ampliar la iconografía y la renovación de aspectos secundarios, como los referentes a la ambientación de las escenas y otros elementos decorativos, que enriquecieron la narración pictórica. La influencia occidental se percibe en la técnica pictórica, que ya no es lineal, sino que la pincelada es libre y disuelta como la de los artistas venecianos.

Dominico al igual que muchos artistas aspiraba a viajar a Venecia para lograr el reconocimiento y llegar a ser algo más que un pintor de iconos. Se ha planteado la posibilidad de que su hermano Manoussios, que por su actividad comercial mantenía una estrecha relación con la serenísima, preparara el viaje a Venecia.

No se sabe con exactitud la fecha en la que se origina el viaje, pero el rastro de la presencia de el Greco en Creta, se pierde en diciembre de 1566 y no se tiene noticias de el hasta el año 1568, que se encontraba en Venecia, por lo que se ha establecido que el viaje lo realizo durante el año 1567.

Con certeza se conoce que llega a la ciudad italiana con 26 años, que en agosto de 1568 envía desde Venecia al cartógrafo Sideris (residente en Candia) unos dibujos cartográficos. Cuando llega a la ciudad poseía el titulo de Maestro por lo que puede trabajar por cuenta propia.

Otra influencia importante es la de Tiziano, que cuando Dominico llega a Venecia, Tiziano estaba pintando el Martirio de San Lorenzo y una Venus Desnuda, encargos de Felipe II y mantiene un activo taller.

Tradicionalmente se consideraba que el Greco había sido discípulo del pintor de la escuela veneciana, en su taller. Esta afirmación se basaba en una serie de noticias documentales fechadas hacia el año 1570 en las que se vincula de manera indirecta a los dos artistas. La primera es una de las múltiples cartas que Tiziano escribe a Felipe II, fechada en el año 1567, en la que le habla de “un molto valente giovane mio discepolo” aunque no establece una identificación directa con el Greco, se ha relacionado a ese discípulo valiente y joven con el pintor cretense. La segunda referencia documental fechada en el año 1570, es la carta de recomendación que Giulo Clovio, dirige al Cardenal Farnesio para que reciba al pintor en Roma, en ella menciona a un “giovane candiotto discepolo di Tiziano”. El tercer documento se trata de un inventario de pinturas de Fulvio Orsini en el que se relacionan varias obras de el Greco, mencionándole como “griego discípulo de Tiziano”.

Sin embargo cuando Dominico llega a Venecia ya poseía el titulo de maestro, por lo que es difícil que entrara de discípulo en el taller de Tiziano. Por lo que actualmente muchos historiadores y estudiosos del tema, descartan el aprendizaje directo con Tiziano y relativizan el termino de “discípulo” considerando que podía hacer referencia a un seguidor que imitara el estilo de Tiziano sin que tuviera que existir una relación directa de trabajo.

En los años en que residió en la ciudad, artísticamente en Venecia comienzan a manifestarse los primeros síntomas del manierismo.

En el año 1570, por razones aun desconocidas, se traslada a Roma, se han barajado motivos personales o profesionales. Cuando llega a Roma, se encuentra con un ambiente agitado, esta inmersa en el proceso de la Contrarreforma. A partir de la segunda mitad del siglo XVI, se desarrolla el manierismo, en Roma aparecen un gran número de discípulos e imitadores de Miguel Ángel. En este ambiente conviven en Roma gran multitud de artistas que tuvieron relación directa o indirecta con Dominico, porque contaban con la protección de la familia Farnesio, que era uno de los linajes más importantes de Italia, entre sus miembros se encontraban papas, generales, y grandes príncipes. En el siglo XVI establecieron alianzas con Carlos V y Felipe II, fueron verdaderos mecenas del arte, jugando un papel muy similar a la familia MEdici en Florencia.Cuando llega el pintor cretense a la ciudad el mecenas era Alejandro Farnesio, que aspiraba a la sede pontífice. Pero además de crear un mecenazgo artístico, creo un círculo de eruditos que se reunían en torno a la biblioteca del Palacio, esto origino de que el Greco pudiera unir el arte con la sabiduría, asentando su propio estilo artístico.

El Greco era reticente en aprender la técnica del fresco, porque para ello tenía que haber renunciado a su creencia de la primacía del color sobre el dibujo, esta creencia es lo que le llevo a enfrentarse a Miguel Ángel, y es lo que ha originado otro de los tópicos sobre la biografía del pintor cretense, el enfrentamiento entre ambos artistas.

Esta leyenda se basaba en una breve biografía que Giulio Manzini incluía en su obra “Consideraciones sobre la pintura”escrita entre 1614 y 1620. En el resumen bibliográfico dedicado a Dominico se podía leer:

“… Se trataba en aquella ocasión de cubrir algunas figuras del juicio de Miguel Ángel, que eran consideradas por Pío indecentes y prorrumpió en decir que si se echase por tierra toda la obra el podría hacerla con honestidad y decencia y no inferior esta en buena ejecución pictórica. Indignados todos los pintores y los amantes de la pintura, le fue necesario marchar a España, donde bajo el reinado de Felipe II, pinto muchas obras y de muy buen gusto”.

Aunque este relato se basa en una anécdota real, muchos investigadores han establecido ciertas matizaciones a este comentario. La visión de Miguel Ángel sobre el Juicio Final, en la que todos los personajes aparecían desnudos, ocasiono bastante polémica en Roma, en un momento en que se defendía la validez del arte religioso frente al protestantismo. Fue criticada por teólogos, y teóricos del arte, sobre todo por los contrarios a la escuela romana, como los venecianos Ludovico Dolce y Paolo Pino. El Greco estaría en esa corriente de pensamiento y habiendo asumido, en su etapa veneciana, la primacía del color frente al dibujo, criticaba que Miguel Ángel diera más importancia al dibujo. Por lo que esas afirmaciones que hizo podrían encuadrarse en el debate entre las corrientes florentinas-romanas y venecianas.

Sin embargo Dominico admiraba de Miguel Ángel el dominio de la figura humana, e influyo en alguna de sus obras. De la Piedad de Miguel Ángel le impacto enormemente la concepción religiosa del maestro florentino.

En Roma coincidió con varios artistas españoles, que acudían a la ciudad eterna para mejorar y aprender nuevas cosas. Estos le explicaron al Greco que Felipe II necesitaba pintores y que el monarca español tenía preferencia por la escuela veneciana, además Tiziano tenía una edad bastante avanzada para mantener el ritmo de envíos de pintura religiosa y retratos reales. El Greco decide marchar a España en el año 1577, contando con una carta de recomendación de Pompeo Leoni que realizo los bustos funerarios de Carlos V y Felipe II, que presiden el altar, se piensa que el Greco pudiera haber estado en el Escorial en junio de ese mismo año, sin embargo no tuvo éxito en sus pretensiones y decidió marchar a Toledo, que conocía por las referencias de sus amigos toledanos Pedro Cahacon y Don Luis de Castilla, que estuvieron en Roma.

En el año 1579, Felipe II visita Toledo con motivo del Corpus Christi, cuando llega a la ciudad, puede contemplar alguna de las obras de el Greco, y le encarga la ejecución del Martirio de San Mauricio, pero su visión no gusto al monarca, por una serie de circunstancias, que más tarde comentaré.

En Toledo, tuvo un hijo llamado Jorge Manuel. La única figura femenina que aparece, por el momento, en la vida de Dominico, es Jerónima de las Cuevas, madre de Jorge Manuel. Pero se tiene escasísimos datos sobre Jerónima, lo que ha dado lugar a muchas hipótesis. La única referencia que hace el Greco hacia ella es en su testamento que la nombra como madre de su hijo, por lo que muchos autores piensan que debió de morir de manera prematura.

Su hijo Jorge Manuel trabaja en el taller que fundo en Toledo, y cuando su padre murió se encargó de terminar los proyectos de Dominico. En este taller destaca la presencia de Pedro Orrente y Luis Tristan.

Desde el año 1586 hasta el 1600 el Greco atraviesa por una buena época. En 1589 se decide a empadronarse en el Ayuntamiento de Toledo que ponía como condición residir de forma fija en Toledo con una antigüedad mínima de 10 años.

Su estilo se va transformando progresivamente. La impronta del italianismo de sus primeras obras toledanas, se va disipando al emplear un lenguaje artístico desconocido en la ciudad imperial. Este nuevo lenguaje se caracteriza por las distorsiones, el uso de luces centelleantes, abandono de la realidad a favor de una abstracción intelectual que le lleva a crear un canon humano entre 9 y 11 cabezas, lo que origina figuras excesivamente alargadas.

Comienza a frecuentar los círculos literarios de la ciudad donde destaca Lope de Vega y Luis de Góngora, al Greco se le conoce también como el pintor de los poetas.

La transformación en el estilo del Greco, tan evidente en sus últimas obras, se ha intentado explicar de varias maneras, destacando dos interpretaciones:

A. Influencia de la Mística Española, pero numerosos estudios han descartado que el Greco tuviera relación con los místicos españoles, y sus clientes representaban vías espirituales alejadas de la mística.

B. Fruto de una reflexión no espiritual sino estética y artística en los que hay que remontarse a los orígenes del pintor cretense, comenzando como pintor de iconos, con una formación ajena al naturalismo, al dibujo anatómico y a la perspectiva albertiana. El ambiente de la Ciudad Imperial y una serie de circunstancias le recordarían a Creta e hicieron aflorar en el su alma bizantina.

El 14 de abril de 1614 falleció tras recibir el sacramento de la Extremaunción. En Santo Domingo el Antiguo permaneció, hasta que su hijo traslado sus restos junto a los de su nuera, Alfonsa de los Morales, en la nueva cripta familiar que su hijo había adquirido en la Iglesia de san Torcuato, actualmente desaparecida. De la antigua sepultura solo se conserva la inscripción dedicada por Luis de Góngora:

“Está en forma elegante, oh peregrino,
De pórfido luciente dura llave
El pincel niega al mundo más suave,
Que dio espíritu a leño, vida al lino.
Su nombre, aun de mayor aliento digno
Que en los clarines de la Fama cabe,
El campo ilustra de este mármol grave
Venerale y prosigue tu camino.
Yace el griego. Heredó Naturaleza.
Arte y el arte, estudio, Iris, colores;
Febol, luces- si no nombras Morfeo-
Tanta urna, a pesar de su dureza,
Lagrimas beba y cuantos suda olores
Corteza funeral de árbol sabeo”.

2. El Greco en los sellos españoles:

El 24 de diciembre, se emite una serie dedicada a la Navidad. La serie esta compuesta por un sello de valor facial de 80 céntimos de pesetas, considerándose que es la primera serie española dedicada a la Navidad, aunque Barcelona emitiera algunas hojas en la década de los años 40, de los Aniversarios de la Liberación con sobrecargas de Navidad y el año. Centrándonos en la emisión del año 1955 señalar que el método empleado es el huecograbado, el tamaño es 24,9 por 40,9 m.m. Dentado 12 ¾ por 12 ½. Pliegos de 75 sellos. Se emitieron 5.000.000 de ejemplares.



El motivo que representa es “La Sagrada Familia con Santa Ana y San Juanito”. Dominico realizó en España varias versiones de este tema, introduciendo una serie de variantes que origina una nueva tipología dentro de esta iconografía.Reproduce a la Virgen María de cuerpo entero, e introduce las figuras de Santa Ana y de San Juanito. EL cuadro esta lleno de un simbolismo que prevé el drama de la Pasión de Cristo:

Une la contemplación de María cuidando el sueño de su hijo con las representaciones de la Piedad Mariana llorando sobre el cuerpo inerte de Jesús. La Virgen se cubre por completo el cabello con un manto azul. En su rostro se aprecia una melancolía que puede explicarse por el hecho que conozca el futuro sacrifico de su hijo.

El gesto con el que Santa Ana (madre de la Virgen María) sostiene el paño que arropa al Niño Jesús, recuerda el gesto con el que se cubre el cuerpo de Cristo con el Santo Sudario.

El gesto infantil al introducir la figura de San Juanito se convierte en una alegoría cristianizada de Harpócrates (Dios del Silencio). Con una mano sostiene un cuenco de melocotones cuya hoja recuerda la morfología de la lengua humana, y con la otra mano realiza el gesto de pedir silencio: para no interrumpir el sueño del niño y el silencio que pide al fiel para contemplar la futura Pasión de Cristo.

El motivo que reproduce el sello de 40 céntimos de la emisión de 1961 dedicada al Greco, es el mismo que puede contemplarse en la hoja bloque de la Exfilna 89, que reproduce “La Sagrada Familia con Santa Ana” conocida también como la “Virgen de la Leche” que se encuentra en el Hospital de Tavera, que se reproduce también en la hoja.. La hoja bloque fue emitida el 20 de mayo de 1989, el método de impresión fue la calcografía y el ofset. Dentado 13 ¾. Se emitieron 3.000.000 de sellos.

Centrándonos en el motivo que se reproduce, cabe señalar que el Greco introduce dos elementos que fueron muy polémicos en su época:

El culto a Santa Ana, en las fechas que se pinto el cuadro, era muy debatido, por lo apócrifo de su existencia, lo que motivo que el Papa Pío V la retirara del santoral romano.Sin embargo esta medida fue muy criticada y los franciscanos y carmelitas lograron que el Papa Gregorio XIII, la restituyera en el santoral romano, ya que aunque Santa Ana no es mencionada en los evangelios canónicos, si aparece en los evangelios apócrifos y su devoción estaba muy arraigada en el culto popular.

Otro elemento muy polémico, fue la representación de la Virgen amamantando a su hijo, que muchos consideraban como una falta de decoro, pero que subraya el carácter familiar y hogareño de la escena. Con la introducción de estos dos elementos Dominico demostró su independencia artística.

El 24 de marzo de 1961, con motivo del día del sello, emite una serie titulada Pintores y sus obras. Domenico Theotocopoulos, impresos en huecograbado. Dentado 13 ¼, pliegos de 100. Marco dorado.Se emitieron 10 valores que reproducen las siguientes obras del pintor cretense.

El sello de valor facial de 25 céntimos de peseta, reproduce a San Pedro, que se encuentra en el Monasterio de el Escorial, pero provenía de la Iglesia de San Vicente (Toledo) y junto al cuadro de San Ildefonso formaba parte de la Capilla de Oballe y su presencia fue un homenaje a la fundadora Doña Isabel y a su segundo marido.Con túnica amarilla muestra las llaves con la que Jesús le encomendó el gobierno de la Iglesia en la tierra. En cuanto a San Ildefonso se puede señalar que su identificación ha sido problemática, se ha considerado que podría tratarse de San Tirso vinculado a la Iglesia de Toledo e intentando establecer las raíces visigoda de la Iglesia de Toledo, pero sin embargo en la actualidad se considera que se representa a San Ildefonso, patrón de Toledo y uno de los mayores defensores de la pureza de la Virgen. En este sentido señalar que la capilla fundada por Doña Isabel de Oballe, conmemora a la Inmaculada Concepción y a la Visitación.

Centrándonos en las características de la obra, señalar que son las típicas del estilo final de Dominico: enormes figuras de proporciones exageradas y cielos crepusculares y nubosos.

El sello de 40 céntimos de pesetas reproduce el detalle de la Sagrada Familia, comentada con anterioridad.

El sello de 70 céntimos de pesetas reproduce un detalle de la Oración en el Huerto. Señalar que en el inventario de cuadros de el Greco realizado por su hijo, Jorge Manuel, en el 1621, menciona 5 versiones de este motivo icnográfico. La reiteración de este tema puede deberse a que se trata de uno de los temas más demandados por la clientela española. En el se trata uno de los pasajes del sacrificio de Jesús.



Cristo arrodillado y la presencia del ángel que le reconforta con el cáliz, símbolo de la Pasión. Rodeado de un paisaje árido y rocoso, que contrasta con el vergel que retratan otros artistas. Hay un contraste entre la tensión espiritual de Cristo, y la actitud de abandono en que duermen los apóstoles: Pedro, Santiago el Mayor y Juan.

El tono dramático de la escena se logra mediante la aridez del paisaje: la morfología de la roca que cobija a Cristo, la luz crepuscular y las sombras que proyecta la luna, que crean un ambiente espiritual cercano a la noche oscura del alma de San Juan de la Cruz.Para dar mas tensión dramática a la escena en el lateral derecho aparece un grupo de soldados conducido por Judas para detener a Cristo.

Dominico junta acciones no coincidentes ni en el espacio ni el tiempo.

El sello de 80 céntimos reproduce el cuadro de “El Caballero con la Mano en el Pecho” figura enigmática que se ha convertido en el modelo de caballero español del siglo de oro. Vestido de negro, mira de frente al espectador con un gesto que mezcla lo profano y lo piadoso. El ademán de llevarse la mano en el pecho, ademán propio de quien toma testimonio, sirvió de base para identificar al caballero con Don Juan de Silva, Marques de Montemayor y notario mayor de Toledo. Sin embargo este gesto en el siglo XVI también se empleaba como gesto de piedad y de refinamiento.

La gama de color que emplea es casi monocroma de paleta oscura, en la que destacan los puntos de luz de la golilla del cuello, las bocamangas. La empuñadura de la espada y el brillo de la joya atraen la mirada del espectador hacia los símbolos aristocráticos del caballero.

Con este cuadro Dominico inicia una serie de retratos de caballeros, que en su mayoría son anónimos, por lo que se interpreta que tenían un carácter familiar. En ellos destaca la progresiva austeridad en la que se va prescindiendo de los elementos anecdóticos para profundizar en el alma del retratado.

El sello de valor facial 1 peseta reproduce el Retrato de un Caballero Anciano, que se encuentra en el Metropolitan Museum of Art, de Nueva York, tradicionalmente se ha considerado que se trataba de un autorretrato del pintor cretense, ya que su hijo, en el inventario de obras, hace referencia a un retrato de su padre, sin embargo hay autores que no están de acuerdo con esa atribución, al considerar que no hay datos suficientes que avalen esta hipótesis. Como en otros de los retratos que realiza el Greco este se caracteriza por un fondo neutro y la austeridad para enfatizar la propia personalidad del retratado, mostrando un personaje cansado.

El sello de valor facial 1.50 pesetas reproduce el “Bautismo de Cristo”lienzo que se encuentra en el Museo del Prado procedente del Retablo Mayor del Colegio de Doña María de Aragón (Madrid).Los dos protagonistas están en un mismo plano, San Juan enjuto y fibroso y Cristo sumiso y dulce. Entre los dos personajes el ángel que le viste con el ropaje que simboliza la Gracia adquirida durante el bautismo. Sobre ellos en perfecto eje de simetría y de blanco, aparece Dios Padre que lanza la luz divina que ilumina a su hijo y que le baña, ya que el rió Jordán se reduce simbólicamente a un hilo de agua.Las características estilísticas empleadas (estilización de figuras, cambio de escala en las proporciones…) indican un cambio estilístico, pero que esta lejos de las exageraciones estilísticas de sus obras finales.

Dominico introduce un elemento nuevo en esta iconografía, el hacha, aludiendo el evangelio de San Mateo donde se hace referencia de Cristo como hacha de los judíos.

El sello de valor facial de 2.50 pesetas reproduce el cuadro de la Santísima Trinidad, que se encuentra en el Museo de el Prado de Madrid, procedente del Retablo Mayor de Santo Domingo el Antiguo (Toledo). El lienzo ocupa el ático de el retablo y simboliza la aceptación por parte de Dios Padre del sacrificio de su hijo, acorde con la tipología de iglesia funeraria. El pintor cretense elige el tema denominado “Trono de Gracia” en el que la figura entronizada de Dios sostiene al hijo, que simboliza la Gracia Redentora.Sobre ellos aparece la paloma símbolo del Espíritu Santo. Este tipo de iconografía proviene de San Pablo (Hebreos IV,16) que se inspiró en Isaías (XV,5). Pero Dominico incluye una serie de novedades introduciendo elementos nuevos que ayudan a la comprensión del dogma.

Suprime la Cruz y el padre se transforma en el “Trono de Dios” (Éxodo 25,17) y en lugar de la tiara papal, el padre aparece ataviado con la mitra de los sacerdotes judíos para reforzar la idea del sacrificio de el hijo.La escena se completa con la aparición de seis ángeles que es el número de candelabros que preside el altar durante la misa de difuntos. De esta manera integra el lienzo con la temática funeraria de la Iglesia de Santo Domingo.

El lenguaje empleado por el pintor cretense tiene influencias italianas. De Tintoretto le influye la emotividad de la obra. De Miguel Ángel alguna de las soluciones de la anatomía de Cristo: de la Piedad de el Vaticano toma la solución del hombro derecho forzado y antinatural.

En la forma de entender el espacio se aprecia la transformación progresiva del cambio de estilo, al eliminar todos los fondos arquitectónicos y toda referencia espacial, obligando a las figuras a permanecer en un único plano, unificado por la luz.

El sello de valor facial de tres pesetas, representa el detalle del Entierro del Conde de Orgaz, que se encuentra en la iglesia toledana de Santo Tome.Decora una capilla funeraria.

Narra una antigua leyenda toledana y un suceso real . La Iglesia de Santo Tome alberga los restos de Gonzalo Ruiz de Toledo, Conde de Orgaz, fallecido en el año 1323, después de realizar varias obras de caridad para la Iglesia de Toledo. Según cuenta la leyenda por esas virtudes ocurrió un milagro durante el entierro, descendieron del cielo San Agustín y San Esteban que le colocaron en la sepultura diciendo “Tal Galardon recibe quien a Dios y a sus Santos sirve”. En su testamento el Conde dispone que se destine una renta anual para la parroquia de Santo Tome. Pero a mediados del siglo XVI los vecinos dejaron de pagar esa renta y el Párroco Andrés Núñez inicia un pleito en la Chancillería de Valladolid. En abril de 1569 la sentencia es positiva para el párroco, que también solicita a Roma el reconocimiento oficial del milagro, que le concedieron 24 de septiembre de 1583. Para celebrar estos triunfos encarga a Dominico que le pinte el famoso cuadro, firmando un contrato el 18 de marzo de 1586, donde se establecía de forma precisa las indicaciones para pintar la parte inferior del cuadro, mientras que se le permitía a el Greco a realizar una composición libre de la parte superior.

En la parte inferior se desarrolla una misa de difuntos. El paje que hace el ademán de decir párate y mira, como el epitafio del difunto, es uno de los pocos personajes que se han podido identificar , ya que en el pañuelo que sobresale del bolsillo, además de la firma del pintor esta escrito el año 1578, que coincide con el nacimiento de Jorge Manuel, que en el momento en que su padre realizo el cuadro debía de tener aproximadamente unos 9 años.

San Agustín , ataviado con mitra y con capa en la que aparece representados Santa Catalina, Santiago y San Pablo, sujeta la cabeza del difunto que va a ser depositado en el lecho fúnebre. A los pies se representa a San Esteban con la dalmatita en la que aparece bordada la escena de su martirio.

San Francisco y un fraile trinitario a la izquierda (figura de perfil) con capa en la que aparecen bordados calaveras (concordantes con una misa de difunto) y la imagen de Santo Tomas con la escuadra de carpintero, lo que ha llevado a defender la idea de que es el retrato de Andrés Núñez, que se incluye como oficiante.De tres cuartos con la sobrepelliz blanca, propia de las misas funerarias, el asistente abre los brazos y mira al cielo, mientras que la figura que esta situada al frente con la mirada perdida sostiene la cruz procesional.

La escena inferior, de gran realismo inspirado del Renacimiento Italiano, contrasta con el tono irreal de la escena superior:

- La escala humanizada de la escena inferior se ha transformado en un canon descorporizado.

- Frente a la paleta monocroma empleada para la escena del funeral, el Greco usa luces irreales y centelleantes.

- La quietud de la escena inferior da paso a un gran dinamismo de la escena superior, logrado mediante escorzos y la serpentina del ángel que porta el alma del difunto.

La composición esta inspirada en la deis bizantina, es decir, Cristo, la Virgen y San Juan. Dominico se basa en el texto litúrgico de la misa de difuntos “ … que los ángeles te conduzcan al paraíso y que los mártires te reciban a tu llegada, y te lleven a la ciudad de Jerusalén. Que el coro de ángeles te reciba para que puedas descansar eternamente con el que fuera el propio Lázaro”.En el ángulo derecho sobre la nube avanza Lázaro cuya resurrección es la promesa para toda la humanidad.

El sello de 5 pesetas representa el Expolio,la versión mas famosa de este tema icnográfico es el encargado por el Cabildo de la Catedral de Toledo. Es una iconografía poco usual en Occidente, pero acorde con el lugar donde iba a depositarse el cuadro, en la Sacristía donde el Sacerdote realiza los preparativos para el Sacrificio de la Misa. Al no encontrar un precedente Dominico se inspira en la tradición bizantina que mas se amoldaba al tema, el Despojo de las vestiduras de Cristo, anterior a la crucifixión, aunque la composición que emplea para realizar el cuadro es totalmente original y de momento no se ha encontrado ningún precedente.

Para la realización de la obra utiliza un esquema plenamente manierista , empleando un único plano sobre el que se disponen las figuras sin espacio para desenvolverse. Los rasgos manieristas se aprecian en los cambios de punto de vista en la representación de las Tres Marías en las que utiliza una perspectiva tomada desde arriba, que contrasta con la frontalidad de la escena principal. Otra influencia manierista se aprecia en la fuerte línea diagonal del madero y en el escorzo en la figura que prepara la Cruz, donde se observa la influencia de Miguel Ángel.

Con este cuadro mantuvo un fuerte pleito con la Catedral de Toledo, porque el Greco incluyo algunas licencias artísticas, que no gustaron al Cabildo de la Catedral. La concepción icnográfica esta influida por las fuentes medievales ortodoxas, siendo su fuente de inspiración principal “Las Meditaciones sobre la Pasión de San Buenaventura” en la que se recoge la presencia de las Tres Marías, hecho que molesto enormemente al cabildo catedralicio.Ademas de la presencia de las Tres Marías el Cabildo alego al presentar el pleito una serie de impropiedades como el soldado con armadura del siglo XVI, una licencia artística que ha dado pie a diversas interpretaciones; algunos investigadores opinan que representa a Longinos, el centurión romano que contempla la escena y que posteriormente se convierte al catolicismo, para otros autores fue un recurso para reforzar el carácter atemporal y simbólico de la obra.

A pesar del pleito con la catedral , el cuadro tuvo un gran éxito y el Greco lo incorporo a su catalogo de cuadros de devoción, por lo que existe varias versiones posteriores a este cuadro.

El sello de valor facial de 10 pesetas reproduce el Martirio de San Mauricio, que como he mencionado anteriormente, fue un encargo que Felipe II le pidió para el Monasterio de el Escorial. Estaba destinada a la capilla noroccidental de la Basílica , junto con el “Martirio de Santa Ursula y las Once Mil Vírgenes” (Cambiaso) y “Miguel luchando contra Lucifer” (Tibaldi), que acentuaba el mensaje de la Iglesia Luchadora contra las herejías, propia de la etapa contrarreformita. La presencia de el cuadro de el Greco en ese emplazamiento era doble: por un lado San Mauricio era uno de los patronos de la lucha contra la herejía, por otro, el Monasterio albergaba las reliquias del Santo.

La escena que narra tiene lugar en el siglo III, en la región oriental de las Galias, el emperador romano Máximo ordena a los miembros de la legión adorar y ofrecer sacrifico a los dioses. San Mauricio y algunos compañeros convertidos al cristianismo se niegan a ello, por lo que fueron ejecutados. Dominico conocedor de la vida de los santos (hagiografía) elige el momento en que San Mauricio discute la orden al emperador. En un primer plano ligeramente desplazado se sitúa de frente a San Mauricio, San Exuperio de perfil y portando el estandarte, San Candido de espaldas y el pequeño paje de San Mauricio. Todos están descalzos para simbolizar la aceptación del martirio y como gesto de humildad.De este grupo destaca un personaje calzado y que viste una túnica parecida a la de los apóstoles, que se ha identificado con Santiago el Menor, obispo de Jerusalén y que hubiera podido predicar el evangelio en Tebas. Además situó a dos capitanes victoriosos de las campañas de Felipe II: con armadura y pelo canoso representa a Manuel de Filiberto, duque de Saboya, nombrado por el Papa Gregorio XIII, gran maestre de la orden de San Mauricio y ganador de la Batalla de San Quintín (el Monasterio de el Escorial lo mando construir Felipe II en honor de la victoria en dicha batalla). A la derecha retrata a Alejandro de Farnesio, Príncipe de Parma, y gobernador de los Países Bajos. La utilización de retratos de personajes contemporáneos era frecuente en la pintura italiana, por ejemplo Tiziano en la “Gloria” encargo realizado para Carlos I y V de Alemania, aparecen los retratos del emperador, de la emperatriz (Isabel de Portugal) y de Felipe II; sin embargo este detalle fue uno de los que disgusto a Felipe II.

En segundo plano y con una acusada disminución de escala, típica del manierismo, representa a los mártires en procesión, destacando el rostro de Don Juan de Austria que lleva la armadura del siglo XVI, era el hermanastro de Felipe II y capitaneaba la Santa Liga vencedora en la Batalla de Lepanto.

En la parte superior se representa la Gloria, en que el Coro de Ángeles recibe con palmas a los mártires. Se aprecia el empleo de escorzos típicos del manierismo.

Como es característico de su etapa española renuncia al empleo del paisaje, porque el que aparece tiene una gran carga simbólica: la roca simboliza la fortaleza de la iglesia y de la Fe; el tronco del que salen flores el martirio y la serpiente la prudencia.

En esta obra renuncia al empleo de los recursos patéticos típicos de las representaciones de martirios de la contrarreforma y se aparta de los cánones doctrinales del Concilio de Trento. En el mensaje de este cuadro, Dominico prima la capacidad de deliberación del ser humano frente al destino, por eso elige el momento en que se discute la orden del emperador y no el momento del martirio. Es decir, el hombre acepta libremente la decisión del martirio como decisión propia y no como algo impuesto por el destino.

El 26 de octubre de 1962 se emite una serie compuesta por 15 valores, que coincide con el número de Misterios del Rosario, porque aunque en la actualidad tiene 20, no fue hasta el 16 de octubre de 2002, en que el Papa Juan Pablo II con la firma de la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae introdujo cinco nuevos. Dentado 13 ¼. Calcografía. Los motivos que reproducen son obras de distintos artistas, entre los que se encuentran algunos que reproducen cuadros de el Greco.

El sello de valor facial de 5 pesetas, dentado y sin dentar, representa a Cristo con la Cruz. Dominico recurre a la tradición bizantina y no emplea otros elementos narrativos que enriquecieran la composición. Utiliza los elementos característicos de los cuadros de meditación, que pretende crear una relación directa e intima con el fiel.Esto se logra con la habilidad que emplea los recursos emocionales: mirada acuosa y sumisa, el gesto de entrega con el que sujeta la cruz (que se convierte en un elemento simbólico ya que no hay nada en ella que refleje el peso de la cruz); todos estos recursos convierten a la obra en un cuadro de devoción intelectual, fruto de lecturas sobre la Pasión de Cristo.

Entre las influencias de este tipo icnográfico que empleaba el Greco, no puede apreciarse elementos comunes a pintores contemporáneos suyos, para citar un ejemplo, las representaciones de Tiziano sobre este tema, Cristo se desploma por el peso de la cruz.

De este motivo el Greco realizo varias versiones en las que casi no hay modificaciones.

El sello de valor facial 1 peseta destinado al correo aéreo, reproduce el Pentecostés. Narra el momento en que los apóstoles reunidos junto a la Virgen en la casa donde vivía junto con las Santas Mujeres, se asustan por el ruido de una ráfaga de viento que trae lenguas de fuego. Para ello organiza la escena estructurada en torno a un círculo que integra todas las figuras. Entre los personajes destacan dos: la tercera figura a la derecha de la Virgen, que frontalmente mira al espectador, y que algunos investigadores opinan que seria un autorretrato del pintor, pero esta afirmación no es definitiva, ya que también se defiende que pudiera tratarse de Antonio de Covarrubias o de Francisco de Pisa. La otra figura situada a lado de la Virgen es Maria Magdalena, cuya presencia en la obra esta basada en que los Evangelios citan que Maria estaba acompañada por las Santas Mujeres, el precedente más cercano podía encontrarse en la obra que Tiziano realizo para Santa María de la Salure (Venecia).

El sello de 10 pesetas destinado al correo aéreo representa la Coronación de la Virgen, de la que realiza varias versiones. Parece ser que la primera versión que realiza de esta iconografía se encuentra en el Museo del Prado de Madrid. LA Virgen aparece en posición sedente sobre un creciente lunar (vinculándola con el dogma de Inmaculada Concepción) y Dios Padre y Cristo le imponen la corona. La paloma (símbolo del Espíritu Santo) se encuentra entre dos grupos de querubines. El cuadro esta influenciado por una estampa del pintor renacentista Durero. Al fondo al igual que en otras versiones del tema, se encuentra un ángel arrodillado que señala hacia el Espíritu Santo.

El 23 de enero de 1963 se emite un sello de valor facial 1 peseta, con motivo del XIX Centenario de la Venida de San Pablo a España. El método de impresión empleado es la calcografía. Dentado 13 ¼. Tirada 6.000.000, en pliegos de 25. Reproduce el cuadro de San Pablo , en este sentido señalar que Dominico y su taller a partir del año 1600, introducen un nuevo tema icnográfico, poco habitual en la pintura occidental desde la Edad Media, el Apostolado que consistía en la representación del Colegio Apostólico, es decir, los 12 apóstoles en compañía de Cristo Salvador. Son retratos individuales destinados a recintos parroquiales y eclesiásticos, destacando los que se conservan en el Museo de el Greco y el de la Catedral de Toledo. Todos presentan una serie de características comunes: Figura cercana al espectador sobre un fondo neutro. La viveza de los cuadros ha hecho pensar que se trata de retratos a lo “divino”, Marañon defendió que se inspiro en algunos de los enfermos del hospital del Nuncio u Hospital de Dementes, por el realismo de las miradas extraviadas... Defendió las teorías de la Iglesia de la Contrarreforma frente al protestantismo. Se ajustan a modelos bizantinos.

Otro sello que reproduce un detalle de otro cuadro que componía la serie de los Apostolados es el sello de valor 20 pesetas emitido en el año 1982 como Homenaje al Greco.

El 25 de febrero de 1970 se emite una serie compuesta por dos valores, dedicada a “Personajes Españoles” de la que se emitieron 10.000.000. Impresos en Calcografía. Dentado 12 ¾ por 12 ½. El sello de valor facial 25 pesetas reproduce un fragmento del Cuadro de Beato de Ávila. Centrándonos en dicho cuadro cabe señalar, que aunque tradicionalmente se pensaba que se trataba de un retrato de Juan de Ávila, hay autores que dudan de esta afirmación porque Beato de Ávila falleció en el año 1569 cuando el Greco todavía no había llegado a Toledo.

El 30 de octubre de 1970 se emite para la serie anual de Navidad, dos valores que representan la Adoración de los Pastores, con obras de el Greco y de Murillo. Impreso en huecograbado. Dentado 13.

El sello que hace referencia al fragmento del cuadro de Dominico es el de valor facial 1.50 pesetas, de los que se emitieron 20.000.000 ejemplares. Cabe mencionar que el Greco realizo varias versiones sobre este tipo de iconografía, apreciándose una gran evolución entre las primeras versiones y el ultimo, que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid procedente del Convento de Santo Domingo y que iba a presidir su tumba.Aunque no se conozcan todavía los motivos de dicha elección si evidencia la predilección que sentía el Greco por este tipo icnográfico, y que en los momentos finales de su vida repite con cierta insistencia.

El 7 de julio 1982, se emite una serie para el correo aéreo, compuesta por dos valores, como homenaje al Greco. El método de impresión fue el huecograbado. Dentado 13 ¼, se emitieron 10.000.000 ejemplares de cada valor.

El sello de valor facial 13 pesetas reproduce un fragmento de el cuadro de el Greco titulado “San Andrés y San Francisco” que se encuentra en el Museo de el Prado de Madrid.Puede tratarse de la primera serie de santos en pareja, que realizo el Greco, que en ocasiones puede deberse a un culto doctrinal, o de una unión arbitraria que correspondería a algún capricho de la clientela toledana.

San Andrés y San Francisco continúan las normas doctrinales, lo que facilita su identificación; San Andrés con la cruz en aspa en la que fue crucificado y San Francisco con el hábito y los tres nudos del cíngulo. Las siluetas aparecen recortadas sobre el cielo luminoso con una línea de horizonte baja que permite que las figuras parezcan más grandes. Continuando con los cánones establecidos por la Contrarreforma los personajes se desvinculan con el espectador para darle un aire de solemnidad, que contrasta con el aire cercano y cotidiano de la iconografía medieval.

Centrándonos en la composición cabe mencionar que los dos conversan amigablemente, destacando los ademanes en los que son muy importantes la posición de las manos, la derecha de San Andrés presenta el gesto típico del que argumenta, mientras que la izquierda de San Francisco, al situarse sobre el pecho, parece que esta meditando.. La cruz sirve de unión entre los dos personajes, cuyo colorido de vestimentas muy contrastadas se armonizan con el paisaje de fondo.

Entre las influencias señalar, que el Greco conocería durante su estancia en el Monasterio de el Escorial, las pautas que se estaban siguiendo para pintar las obras de los altares de la Basílica de el Escorial, donde Navarrete el Mudo comenzó una serie de santos dobles, al igual que Alonso Sánchez Coello, Luis Carvajal y Urbina. Tampoco debe de olvidarse la tradición bizantina en la concepción de las figuras continuando con los usos militares y vigilancia, reforzando el mensaje de vigilantes de la fe, acorde con la postura de la Iglesia Contrarreformita.

El sello de valor facial 20 pesetas reproduce a Santo Tomas, perteneciente a los Apostolados, ya mencionado con anterioridad.

Cristina Martín
Julio de 2006