Compartí hace unos días con mis amigos filatélicos de Bilbao unos textos que suelo escribir cuando recibo una nueva pieza para mi colección, en los que reflejo lo que me parece subrayable de la misma. Se trataba de textos que hacían referencia al uso de las carterías de Castro Urdiales, Portugalete y Plencia.

Esta carta la compré para mi colección del Vaquer, por tener el sello de 1 peseta, pero mi sorpresa fue cuando comprobé la fecha del matasellos de certificado de Barcelona.

La carta está franqueada con la serie de Alfonso XIII con sobrecarga republicana local de Barcelona dirigida de Barcelona a Madrid y matasellada con el fechador de certificado de Barcelona con fecha 15.ABR.31 o sea, justo un día después de la proclamación de la 2ª República.

El mercado de novedades filatélicas no augura un futuro muy halagüeño. Internet puso la zancadilla al correo postal haciendo de nuestros sufridos y aguerridos carteros simples porteadores de paquetería, ya no son mensajeros de noticias, la inmediatez de internet ha matado el glamour de la carta.

En el ánimo de reutilizar o recircular cualquier tipo de material alguien ha enviado últimamente algunas misivas con franqueos “peculiares”. ¿No se debería haber requerido al destinatario pagar el franqueo “insuficiente?

Parece el título de una película, pero no lo es, se refiere a los trabajos forzados realizados durante y después de la guerra civil. Hasta el año 1947 hubo en España cientos de campos de concentración, al terminar la guerra tenían una población de más de 140.000 presos.