Las imágenes en negro y plata corresponden al nº 2596 de Gómez-Guillamón. Esta fue emitida para obtener dinero para “Medical Bureau to Aid Spanish Democracy”.
A diferencia de la mayoría de los sellos/viñetas, esta, está impresa por el anverso y el reverso.
Se vendía como una sola viñeta en un folleto (o cubierta) por 0,50 $, este folleto es de color naranja.

El dinero obtenido fue utilizado para enviar ayuda médica a la España Republicana. Este grupo (“Medical Bureau to Aid Spanish Democracy”) fue  fundado en Octubre de 1936  por un grupo de doctores y científicos. Su primer viaje a España con ayuda se realizó en enero de 1937.

Espero que disfrutéis de esta viñeta y su portada, la cual desafortunadamente no está incluida en "Las Etiquetas Políticas Republicanas" 1936-1939.

 

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Aquellas personas que me conocen son conscientes que mi afición filatélica se ha centrado en coleccionar "cosas raras", franquicias, indexaciones y fundamentalmente etiquetas postales y sellos de valor variable y, de entre este amplio grupo, las etiquetas emitidas por las balanzas EPELSAS BF-10C, las familiarmente conocidas como "rojillas". Pues de una de estas, de su historia, es la pieza de mi colección que he escogido para ilustrar este apartado. 
Se trata de sobre franqueado con una etiqueta postal EPELSA BF-10C emitida por la balanza número 243 en la que de forma manual se estampó el nombre de la OFICINA de ORIGEN, la SUCURSAL 1 de Valladolid, tal y como señalaba la disposición del 29 de junio de 1981  “....... figura impreso el nombre de la Oficina de admisión .......” que dio caracter de naturaleza a este modelo. 
Hasta aquí todo parece correcto. Vayamos por tanto con los hechos que la hacen especial.  
Lo primero, según la relación facilitada por los propios servicios de Correos, la balanza número 243 asignada a la Sucursal número 1 de Valladolid CARECIA de etiquetadora, por lo que, en algún momento, debió acoplársele dicho módulo. 
El segundo, el hecho de figurar el nombre de la Oficina de admisión casino spiele dado que ese punto de la disposición no se cumplió en ningún caso dado que bien pre-impreso (MADRID / BARCELONA) o por impresión manual (SORIA / TORRELAVEGA / CALELLA / ....... y otras diferentes poblaciones) lo que se hacía figurar era la LOCALIDAD y no la OFICINA, hecho que la convierte en el UNICO caso conocido en que figura exactamente dicho dato.  
Simplemente estos dos hechos hacían la pieza muy interesante para la colección, pero siempre quedaba la duda sin resolver de cuál fue la causa que motivó que se le acoplara una etiquetadora. Y en este punto entra en juego otro elemento, mi traslado profesional a la ciudad de Valladolid en el año 2002, que unos meses más tarde me posibilitó mantener una conversación con una de las personas que habían vivido la peripecia de esta balanza y cuyo resumen sería el siguiente:

La Oficina Principal de Valladolid tenía asignada la balanza número 91 dotada de etiquetadora que en mes de junio de 1987 sufrió una avería que obligó a su retirada temporal por lo que se decidió trasladar la balanza número 243 de su destino, la Sucursal número 1, a esta Oficina Principal. Reparada la avería a mediados de septiembre se cursaron las pertinentes instrucciones para volver a su destino original la balanza número 243 pero, y esta es la explicación, el traslado incluyó erróneamente la etiquetadora. Detectado el error a los pocos días, menos de una semana, el módulo fue reintegrado a la balanza 91. Es por ello que se conocen algunas etiquetas de la balanza 243 sin indicación de la oficina de origen que corresponden a las fechas en que estuvo destinada en la oficina Principal de Valladolid.  Por último y como curiosidad adicional señalar que la fecha de la etiqueta fue rectificada manualmente para hacerla coincidir con la correspondiente al matasello para correo certificado estampado en el sobre. Como podéis comprobar en cualquier sobre, aun cuando sea moderno, siempre puede haber una historia por descubrir. 

Un fuerte abrazo.

 

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Cuando analizamos una carta desde el punto de vista de la Historia Postal, normalmente nos centramos en marcas, tarifas, origen, destino, etc., y aunque siempre nos decimos que son un “pedacito” de Historia, no siempre es fácil inferir toda la información que nos pueden llegar a ofrecer, máxime cuando tratamos correspondencia de los primeros tiempos del correo. Sin embargo, en el caso que os propongo no resulta difícil dejarnos llevar por nuestra imaginación y dejar que nos escenifique toda una representación.

Corte española en plena dinastía de los Austrias, el valido entra apresuradamente en el despacho real (“Al Rey nuestro señor”) con una misiva que no deja lugar a dudas: ha de ser entregada en mano al propio Rey (“en su Real mano”) y el asunto ha de ser importante pues tal y como muestra su frontal es muy urgente (“Para Luego Luego”). El monarca lee la nota del reverso y abre rápidamente la envuelta, extrae una serie de pliegos que firma, cierra de nuevo la envuelta y la entrega al valido que tras una profunda reverencia sale del aposento. En el patio espera impaciente el correo que, recibido el paquete, espolea al caballo y sale rápidamente camino de la sede del Presidente de Hacienda.

Qué requería tanta urgencia nos preguntamos, leamos ahora la anotación manuscrita: “aquí van las letras de los 700 pesos para Milán que quedaba enviar para que despache luego el correo que está detenido por esto y después se podrá responder al papel del Presidente”.

Sentarse cómodamente de vez en cuando a imaginarse esta escena, y sus detalles, es una de los ejercicios que hacen de esta pieza una de las preferidas de mi colección.

Jesús García Gazólaz (cascajo)

 

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A veces y sin saber por que, sentimos predilección por una pieza determinada de nuestra colección. No se a vosotros, pero a mi me pasa que tocante a historia postal e historia del correo siempre me han entusiasmado los pioneros. Si, esos personajes que abrieron rutas y caminos insospechados hasta el momento y que fueron los culpables, sin buscarlo, de nuestras más preciadas joyas filatélicas. A veces estas piezas tienen un valor crematístico importante y a veces no lo tienen, pero eso es lo de menos.  Lo importante es sentir entre tus manos la emoción de recorrer una ruta o un camino insospechado lleno de peligros. Eso no tiene precio. Entre esas piezas se encuentra este pequeño papelajo, nombre con el que vulgarmente describirían la mayoría de nuestros familiares y amigos. Pero que queréis que os diga, a mi me “pone”.

La pieza que os muestro se trata de un Papillon de Metz que, como podéis comprobar por la fecha, 1 de octubre de 1870, corresponde a la segunda oleada de globos. La historia de estos mensajes, que la mayoría posiblemente conocéis, es la siguiente.

El 19 de agosto de 1870, los prusianos ponen sitio a la ciudad de Metz, lugar donde se habían refugiado, en su retirada del frente de batalla, las tropas del  mariscal Bazaine. 

Después de un mes de asedio y ante la necesidad de comunicaciones que demandaba el personal civil, dos hombres imaginativos idean una curiosa forma de transporte de correspondencia. Se trataba del medico Dr. Papillon y el farmacéutico Dr. Jeannell, los cuales proyectan el lanzamiento de diversos globos libres, en cuyo exterior cuelgan los mensajes escritos sobre papel vegetal y envían al espacio.

Un total de 14 globos fueron lanzados entre el 6  y el 14 de septiembre 1870. Por un lado la dirección y por el otro unas pequeñas líneas de texto. No había sello y tampoco sobre. Cuanto menos peso, más mensajes podían colgarse de los globos. Si esta correspondencia tenía la suerte de llegar a la zona liberada y era recogida por los patriotas franceses, estos la ponían en el correo que la cursaba franca de porte.

Desde el 16 de septiembre al 3 de octubre, una segunda oleada de globos libres fueron lanzados por la Escuela de Aplicación de Artillería e Ingeniería. Se calcula que entre 100 y 150.000 despachos partieron por este medio, hasta que el Mariscal Bazaine  prohibió su uso en octubre de 1870.

A parte de por su ligereza, similar al de una mariposa, su nombre “Papillon de Metz” lo recibe como homenaje a la persona que lo ideo: El Dr. Papillon.

Espero que os haya gustado. Besos Rosmary

 

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A veces compramos una pieza sin tener muy claro las dimensiones o importancia que va a tener en nuestra colección. Eso nos pasó a Xavier de Valencia y a mí cuando compramos esta espectacular plica de la serie de la Matrona de 1870. Una vez que vimos este trozo de papel con 132 sellos del 50 milésimas de 1870 nos sorprendió tanto, que lo bautizamos como la Joya de la Corona. Una costumbre nuestra que algunas piezas especiales le nombremos de una forma especial, y esta plica no podría ser de otra forma que llamarla con un nombre que hiciera sobresalir por encina de las otras piezas de la colección de Historia Postal sobre la serie de la Matrona. No sé si es la mejor pieza que tenemos, ni la más rara. Lo único que puedo decir que es la más espectacular y que todos, filatelista o no filatelista, especialista en Historia Postal o no especialista, todos se sorprenden de la grandeza de esta plica.


Los especialistas disfrutan más con esta pieza, porque descubren la belleza de la Historia Postal en un trozo de papel, que aunque no aparezca ninguna palabra, nos proporciona mucha información al respecto. La pieza que muestro es un trozo de plica judicial con 132 sellos de 50 milésimas con un bloque de 20 (2x10), de 75 (15x5), de 26 (13x2) y una tira de 11, equivalente a 6,6 escudos matasellados con parrilla numerada número 8 de Valencia en azul que se terminó de utilizar en los primeros meses de 1870. Esto supone 132 portes, es decir, 1320 gramos de peso que tenía esta plica (bastante peso ¿no?).

 Es seguramente la plica de mayor tamaño de esta emisión, no en portes sino en número de sellos, y siempre estará en una parte importante de nuestra colección.

Espero que os haya gustado esta imagen de la semana.

 

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Al llegarme el turno de colaborar con "La Imagen de la Semana", me di cuenta que podía aportar mucho mas hablando de lo que conozco que diseccionando alguna de mis cartas antiguas.
La filatelia fiscal ya se encuentra totalmente reconocida en los certámenes nacionales e internacionales y ya va siendo más divulgada.
Al servir la mayoría de los sellos fiscales para recaudar fondos para el Estado, se centraron con mucho más rigor en evitar las falsificaciones, ya que estas se habían producido con profusión sobre todo en los timbres móviles.
En la imagen mostrada se observa la parte izquierda de un documento Entero Fiscal de giro de 1896. El timbre de 10 céntimos ya cuenta de elementos de seguridad como el reyado, puntos y arabescos, sumados a un escudo en relieve en el óvalo blanco.
Lo que hace excepcional esta imagen es la el grabado al acero que rodea al timbre fiscal. Es la imagen del dios Mercurio con una rama de olivo en la mano, un ancla, un tonel y un león. Mercurio era el dios del comercio, la velocidad y el progreso.
Bajo la figura del timbre vemos el anagrama del Banco de España con las siglas BE.
Como puede comprobarse, la posibilidad de falsificar este Entero Fiscal con los medios de finales del siglo XIX era impensable.

 

 

 

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