¿Qué ocurrió?

Escrito por Antonio Gutiérrez Balbás.

Desde el inicio de nuestra filatelia, son frecuentes los fallos en la fabricación de los sellos (en cualquiera de sus etapas), que ocasionan diferentes tipos de errores y variedades.

 

Pero debido a diversos factores como:

 

- "escapes" de sellos con estas características desde la F.N.M.T.

 

- "fabricaciones a la carta de los mismos" por la misma entidad

 

- manipulaciones y falsificaciones en diferentes sellos

 

- certificaciones por expertos, de errores de sellos que únicamente son ensayos de color

 

- vendedores, muchas veces considerados la "creme de la creme" de nuestra filatelia, que vende todo este genero infectado como si se tratara de auténticas delicatesem

 

Todos estos factores han ocasionado que muchos coleccionistas rehusen a la hora de coleccionar este tipo de efectos timbrados.  

 

Pese a esto, hay gran cantidad de estos errores y variedades que se han producido "sin mala intención" y particularmente considero que un aspecto muy gratificante del estudio en filatelia, es el intentar saber en que punto y como, se produjo el error o variedad de una determinada pieza. Hay veces como en el ejemplar que presento en el que la explicación, de cómo se llevo a efecto la variedad es difícil y puede originar distintas hipótesis


Como se puede apreciar el cuarto sello es mucho más corto y como consecuencia de ello origina que el siguiente presente el dentado vertical muy desplazado. También se observa que el dentado vertical esta ligeramente desplazado hacia abajo a partir del cuarto sello.

 

Hipótesis.

 

Pudiera ser que a la hora del troquelado se introdujera el pliego en diferente posición (el borde de los pliegos a ambos lados no suele ser del mismo tamaño) y por ello se empezó a dentar de derecha a izquierda, según está la imagen., ocasionando dentados verticales muy desplazado y el horizontal algo desplazado. Al darse cuenta el operario, paro el proceso  e invirtió el pliego de posición (la que debió de llevar desde un principio), ocasionando que el resto de los sellos llevara el dentado perfecto.

 

Como digo es sólo una hipótesis. Seguro que hay alguna más.

Las mejores imágenes del año. El coste de la vida en 1858

Escrito por Mario Sánchez Cachero (Arluck).

Hay ocasiones en que el correo es portador de contenidos de índole económica como es el caso de este sobreescrito circulado en enero de 1859, en cuyo interior se encuentra una nota en el que se relata el estado de una cuenta durante el mes de diciembre del año anterior, expresada en reales.
En ella podemos leer el coste de determinados objetos y productos de aquella época, como zapatos (38), corbatas  (20), rapé (160), los periódicos 'La Independencia' (12) y 'La Época' (16) o herrar a los caballos (37).
Al dorso continua la relación pudiendo comprobar que vestirse en aquellos años costaba alrededor de 245 reales, divididos en unos botines de charol (90), unos guantes (26), la compostura de un pantalón (14), un sombrero (76) o componer una capa (20), así como un extra de 19 reales empleados en la propina al sastre.

Un interesante documento que ayuda a conocer un poquito mas, a través del correo, como era la vida durante el reinado de Isabel II.

Es una carta de poco valor y, quizá, de poco interés filatélico, pero la considero que merece un lugar como Pieza de la Semana.

De la colección de Mario Sánchez (Arluck).

 

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Homenaje a la carta viajera

Escrito por Giorgio Biscari.

 

Quiero recordar en esta sección un documento de mi colección que tiene un especial significado. Algunos ya lo conoceréis: ocupa su lugar en el Museo de la Carta Viajera (en http://www.agoradefilatelia.org/imagenes ). Se trata de una de las cartas que se crearon en la I edición de la “Carta Viajera” en el Ágora de Filatelia. La idea, que se basa en el reenvío postal, es sencilla y no es desde luego original: un grupo de cuatro/cinco personas en lugares distintos circulan entre si’ la misma carta, añadiendo cada una su franqueo correspondiente. Es un “divertimento” que tiene infinidad de posibilidades y variaciones, desde geográficas (cartas que deben hacer un periplo determinado) hasta filatélicas (con franqueos específicos).

Al documento que os presento se le pueden desde luego objetar defectos: franqueos no legibles, excesos de franqueo y ausencia de uno de los matasellados, el francés, por más señas. Pero circulo’ realmente por cinco países de tres continentes, recorriendo más de 35.000 kilómetros en 54 días. Su recorrido inició en Karachi, Pakistán el 23 de enero de 2004, siguió por A Coruña, España, de donde salio el 3 de febrero. Cruzó el Atlántico hasta Arequipa, en Perú, de donde fue reenviada el día 12 hacia Miami, Estados Unidos. De allí inicia el día 26 su viaje de vuelta hacia Pamplona, España, para ser reenviada, desde una localidad francesa no identificada el 8 de marzo. Llegó finalmente sana y salva de vuelta a Karachi el 16 de marzo.

Pero la verdad es que la carta es mucho más que eso. Pertenece a la época en que descubrí cómo Internet podía revolucionar la filatelia, haciendo que ésta pasara de ser un hobby solitario a convertirse en una forma de enriquecimiento humano, por su infinita posibilidad de relacionarse con una comunidad sin fronteras sobre la base de un interés común. Ni la carta ni lo poco que hoy sé de filatelia hubieran sido imaginables sin Internet. Tampoco muchos de los amigos con los que cuento hoy. Mi experiencia es similar a la de muchos de los que me estáis leyendo: por eso esta carta tiene ese valor especial, y por eso merece un lugar en la vitrina de Afinet.