Imagen de la Semana

2ª Más votada 09/10 - ¡No me lo puedo creer¡

Escrito por Jesús García Gazólaz (Cascajo) .


Pues si esta es la expresión que me ha venido a la cabeza al analizar esta pieza que ha caído en mis manos recientemente.

Está sacada de un montón de papeles de mercadillo dominical, de uno de esos en los que uno prefiere no hacer el expurgo in situ, sino tranquilamente una vez llegado a casa. Aunque normalmente uno es consciente de que no va a encontrar ningún tesoro nunca se pierde la esperanza y se pasa una buena tarde de domingo leyendo y releyendo lo que al final nos hemos llevado.

El caso que os presento no tenía ningún aspecto de pasar a los anales de la Historia Postal, en este caso la de Navarra. Se trataba del interior de una carta circulada de Olite, probablemente a Pamplona, en el verano de 1810. Parecía claro que el pliego circuló en el interior de una envuelta que por desgracia y como tantas veces no se había conservado. Tras su lectura, que tan sólo corrobora la hambruna que se pasó durante los años de la Guerra de Independencia en nuestro país, iba a descansar en la caja de cartas que probablemente nunca no formarán parte de ningún montaje.

Pero cosas que pasan, al darle la vuelta al pliego compruebo que sobre la cara que permanece en blanco se ven hasta cuatro improntas en negativo. ¡Vaya qué es esto! Después de unos minutos dándole vueltas y usando luz rasante, tacháaaaaaan: ¡No me lo puedo creer! Una marca prefilatélica inédita para la Historia Postal de Navarra. A la envuelta que contuvo el pliego se le estampó en varias ocasiones (al menos dos) un cuño con la leyenda bilineal: FRANCA OLITE.

Tras unos minutos de emoción valorar la aportación de la marca al correo franco prefilatélico navarro, la ostensible antigüedad de su uso y demás, a uno se le vuelve a enfriar la cabeza y piensa: “una nueva marca prefilatélica de correo franco y la vamos a conocer a través de una impronta”: ¡No me lo puedo creer!

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