LA EFICACIA DEL CORREO. “DONDE ESTUVIERE”
Hasta épocas relativamente cercanas a nuestros días el correo era el único medio de transmisión de noticias a distancia que existía. Este sistema de comunicación podía verse afectado por multitud de elementos externos a su normal actividad (factores climatológicos, enfermedades, guerras, etc.) que podían interferir en su funcionamiento, no obstante, aquellos que lo utilizaban sabían de su gran eficacia, la cual venía dada mayormente porque primero se realizaba el servicio para posteriormente cobrar la prestación por su transporte una vez se realizaba la entrega de la carta.
Por ello, el correo buscaba al destinatario para poder recoger el fruto de su trabajo en el destino manuscrito por el remitente en la cubierta de la carta, y confiando en la eficiencia del servicio se indicaba a veces por parte del emisor de la carta, con la fórmula “donde estuviere”, que ésta debía perseguir a su destinatario si este no estaba en el destino indicado allá donde fuera el paraje donde se tuviera constancia que pudiera estar.
La carta mostrada es un ejemplo de esto mismo que se ha comentado, se encuentra fechada en Ámsterdam el 21 de agosto de 1659 y tiene como destino Santander, en su cubierta el remitente indica al correo con la expresión “o donde estuviere” que si el destinatario no se encuentra en la ciudad de destino se indague su paradero para que la misiva se lleve al lugar donde se encuentre y finalmente llegue a sus manos.
José Luis Guzmán González
(Menaza)
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