En ocasiones, cuando vemos una carta solo por su parte frontal, nos puede dar una primera impresión de cierto interés, pero sin llegar a entusiasmarnos. Ocurre en muchas ocasiones, que al abrir la pieza y observar también su reverso, ese interés e ilusión crecen de manera proporcional, y es que encontramos datos o información que en un principio no habíamos contemplado, este suele ser el caso de las cartas reexpedidas o reorientadas, autenticas olvidadas y marginadas en muchas de las colecciones.

 
Esta pieza, salida del pueblo de Farlete en 1857, circulada rumbo a Olorón, podría parecer a priori como algo corriente y común en la correspondencia entre Francia y España, pero vemos que el destino original está tachado y aparecen unos apuntes en la parte inferior, (P.P. Cauterets – Parti pour Cauterets) y una tasa francesa de 30 ctmes. Al desplegar la carta y ver su trasera, contemplamos la información básica de la ruta seguida por la carta en su aventura en pos del destinatario.
 Saliendo de Farlete (Zaragoza 25-7-57) pasó por Jaca ese mismo día (25-7-57), donde se hacía el cambio de correo con Francia en la estafeta de Olorón (fechador rojo Espag 1 Oloron) en el anverso del 26-7-57, tasándose con 5 décimas por el trayecto franco-español según tarifas vigentes.
El cartero al hacer su reparto ese mismo día, no puedo entregar la misiva y apuntó al dorso el motivo, que el Sr Bautista era (Partí a Chauterets – Marchó a Cauterets), aplicándole al dorso el fechador de Olorón (26-7-57) como nueva salida, siguiendo su ruta francesa por Pau (26-7-57), Tarbes (27-7-57) y llegando el día 28-7-57 a su destino en Cauterets donde la recibió el destinatario. Se tasó con 30 ctms. por el trayecto interno francés (tarifa del 1/7/54). El último fechador no se aprecia bien, pero parece ser Lourdes, día 28.
En esta pieza totalmente abierta, podemos contemplar en una carta reexpedida muchísima información, la ruta detallada de su trayecto, los avatares del viaje con correcciones y anotaciones del Correo, las diferentes tasas aplicadas, etc. En resumen, estas piezas tienen un interés máximo por la gran acumulación de datos que nos ofrecen. Muchas veces son desechadas ó rechazadas por sus tachones, correcciones, o poca estética (la verdad es que no son bonitas), pero no cabe duda que filatélicamente son de las más potentes.    
Matrix.

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Pieza circulada, que pertenece a la plancha 10, por la conocida marca en la letra “O”. Tiene un matasello Cruz de Malta Rojo, del tipo de Norwich y Plymouth. Como puede verse este bloque, tiene de la Fila F y de la fila G tres sellos. La primera letra marca la fila. Si lo miramos desde el punto de vista de las columnas, tiene tres. La segunda letra señala la columna. En este caso estamos viendo las columnas D, E y F. Si desplazáramos este bloque al gráfico que representa el posicionamiento en la plancha, más abajo, encontraríamos fácilmente su ubicación en la plancha.

El llamado por los coleccionistas Penny Black o Penique Negro fue el primer sello postal de la historia, emitido por el Reino Unido el 1 de mayo de 1840 y válido para uso postal desde el 6 de mayo tras la gran reforma del sistema postal británico. Estuvo en uso hasta la aparición del primer penique rojo en Febrero de 1841.

Antes de que existiesen los sellos de correos, el envío lo pagaba el destinatario, y las tarifas se aplicaban en función del peso y la distancia.

En la época medieval el correo existente se circunscribía al correo oficial de la corona, que se cubría mediante mensajeros. Éstos no podían transportar correo particular. Las necesidades de la población se cubrían mediante mercaderes o mensajeros privados, si era posible. Fue en 1635, cuando el rey Carlos I, abre el Royal Post al público. A partir de 1653, el servicio se externaliza hasta 1677, que vuelve a la corona.

La Reforma del Correo fue presentada tras un largo estudio al Parlamento del Reino Unido por el Director General de Correos Rowland Hill y fue aprobada a finales de 1839. Con la reforma, se unificaban las tarifas. Una carta de hasta media onza de peso podía enviarse a cualquier lugar del Reino Unido por un penique. El pago del servicio, se realizaría de forma anticipada por el remitente justificando el pago, mediante un pequeño papelito engomado, que se colocaría en la parte superior derecha del envío, para facilitar su anulación. El matasellado, era para impedir que éste papelito se reutilizara. Había nacido el primer sello del mundo y el primer matasello con él. El penique negro, se puso a la venta el 6 de Mayo de 1840. La reforma empezó a funcionar antes de la aparición del sello, pues el precio unificado se aplicó a partir del 1 de Enero. La aparición del sello, revolucionó los servicios postales británicos, duplicándose en un año el envío de cartas en el Reino Unido. Otros países siguieron a los pocos años el ejemplo británico y en 1860 ya había 85 estados y territorios emitiendo sellos.  

        Detalle del Medallón
      de Willian Wyon

El sello lleva la efigie de la reina Victoria y para su diseño se convocó un concurso en el que participaron más de 2.000 diseñadores y para el que había un premio de 600 libras. No hubo ganador, y  Hill propuso utilizar como diseño base un medallón de William Wyon realizado en 1837 para conmemorar la visita de la reina a Londres, cuando ésta tenía 17 años. El dibujo final del sello fue realizado por Henry Corbould y grabado por Charles y Frederick Health (que eran padre e hijo respectivamente) e impreso por Perkins Bacon. Con una primera tirada de 60.000 ejemplares, se emitieron en total 68 millones de sellos hasta su retirada de la circulación, en 1841.

 

Con la aparición de los primeros sellos, podemos decir que la utilización del correo se democratiza, entendiendo como tal la utilización de los servicios postales por un amplio espectro de la población. Las tarifas postales quedan mucho más entendibles y más al alcance de los ciudadanos, como lo demuestra el crecimiento exponencial de los primeros años subsiguientes a la aparición del sello.      


Posicionamiento del alfabeto en las planchas

El Penique negro, lleva dos estrellas en las dos esquinas superiores y dos letras en las esquinas inferiores., ésta última característica hacen a cada sello único y determina su posición en la plancha. Se puede decir que cada sello muestra las coordenadas del lugar que ocupaba inicialmente en la plancha de impresión. Esas coordenadas se forman con dos letras, una para la línea y otra para la columna: de AA a TL, que aparecen en las esquinas de los sellos y que permiten a los filatelistas reconstruir las hojas completas de los primeros sellos británicos

El motivo de este alfabeto, no era otro que, junto con la fineza del grabado y la filigrana, sirviera para dificultar su falsificación.

Las planchas tienen 240 sellos, y están dispuestas en 12 columnas por 20 filas. Esto estaba justificado porque una libra tenía 240 peniques y un Chelín tenía 12 peniques. Por lo tanto una fila completa de 12 sellos, costaba un chelín y el pliego completo 1 Libra. 

 

En la siguiente figura, carta enviada desde Greenock el 15 de Setiembre de 1840 y recibida en Glasgow esa misma tarde. Un objetivo del Correo era que las cartas se entregaran de un día para otro en todo el Reino Unido, y en el mismo día en el interior de las poblaciones y entre poblaciones cercanas, siempre que se entregara al correo antes de la salida.

 
 

Carta de Greenock a Glasglow. Mismo día

Los inventores del Penique Negro estaban muy preocupados por la amenaza de la falsificación. Para prevenirla se eligió como diseño el retrato de la reina Victoria, porque pensaron que sería mucho más fácil de detectar, al ser conocida su efigie en todo el reino. Los sellos tienen marcas y características que hace casi imposible una buena falsificación. 
 

          Filigrana
          coronita

 

La utilización del alfabeto en las esquinas inferiores, ubica cada sello en una coordenada única del pliego. La marca de agua dificulta aún más la falsificación. Esta filigrana es conocida por los coleccionistas con el nombre de Corona pequeña o coronita.

 

 

Los sellos eran sin dentar y debían separarse de los pliegos con tijeras. Como la distancia entre ellos era escasa (poco más de 1 mm.), la gran mayoría de los sellos se encuentran con algún margen angosto y hasta tocado por el corte, por lo que los precios de este sello varían muchísimo dependiendo de su calidad. Ejemplares de lujo con amplios márgenes y buenas cancelaciones tienen valoraciones altas y los que se encuentran nuevos, aún mayores.

Nadie pensó en agregar la palabra "Gran Bretaña" al sello, pues éstos estaban destinados para uso local en el interior del Reino Unido. Hoy en día Gran Bretaña es el único país del mundo que no lleva el nombre del país que lo emite.

A partir de este pequeño sello, se fue desarrollando a lo largo de las décadas un nuevo sistema de procesamiento y distribución del correo, que en principio sólo contemplaba cartas y periódicos y que después se fue extendiendo a un abanico de servicios desde paquetes, entrega especial, correo urgente, correo aéreo, etc. Al ser el precio del envío de cartas uniforme y predecible, su utilización se extendió rápidamente a una amplia base de la población. Esta utilización masiva fue debida a la combinación de precios uniformes, nuevos métodos de transporte y sistemas de correo y procesos de clasificación más eficientes.

Para ver esta información ampliada véase el artículo El Penique Negro. El primer Sello del Mundo en la revista virtual 6 Cu@rtos de Afinet Número 7.

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Carta de Cádiz al Puerto de la Orotava en 1784.

Así llega al siglo XXI una carta de finales del XVII que fue sumergida en vinagre para eliminar el morbo (epidemia de cólera).

Luis

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     Os presento una carta en principio nada singular, sino fuese por su pequeña historia. Se trata de un correo de soldado americano destacado en Europa durante la Primera Guerra Mundial y a través de la Americam Y.M.C.A., asociación neutral dedicada a aliviar los sufrimientos de los soldados durante la guerra.

 

     Está escrita el 13 de Febrero de 1919 y dirigida a sus familiares en Birmingham en el estado de Alabama y redireccionada al pueblecito de Billingsley en el mismo estado.

 

     La carta va fechada en Francia el 16 de Febrero de 1919 con el fechador de U.S. Army Post Office y marca ovalada de estafeta 791, con franquicia respaldada por el capitán del Regimiento como era preceptivo y censurada, lleva la faja de cierre con el “Examined by Base Censor”. Lleva al dorso fechador de llegada a Birmingham el 11 de Marzo.
 


     En la primera hoja de las 3 que contiene la carta, aparece estampada una impronta violeta, y que deduzco pueda ser de la propia censura, con  el  número  151 dentro de círculo.
 


     Investigando sobre si el remitente pudiese tener algún vínculo con el famoso Thomas Francis Gafford un destacado dirigente de la Revolución Americana de 1775, me encontré con unos datos interesantes, como que este soldado nació en Abril de 1898 y murió en el frente al Norte de Francia en 18 de febrero de 1919, y se encuentra enterrado en el cementerio de la Capilla Jackson.

 
     Tenía 21 años y su carta llegó a destino después de su muerte. En su interior además de las 3 hojas de texto, hay una flor seca, sin duda de los campos  de  Francia que junto con la carta enviaba a su familia.

 

     Y de la guerra, quedó una flor.

 

     Casi siempre la Filatelia tiene más valor por lo que esconde que por lo que enseña.

 

     Saludos.


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     Llamada por sus simpatizantes “La Gloriosa”, la revolución de 1868 constituyó el movimiento político más importante del régimen liberal español del siglo XIX. Su trascendencia va a estar determinada, no sólo por el destronamiento de la reina Isabel II, o la continuidad de la Guerra Civil, sino también por el dominio que van a ejercer una serie de personas e ideas, en los diversos territorios nacionales, que volverán a llevar a España, años más tarde, a la restauración monárquica.

     La entrada en Francia de la reina motivó a la Junta Revolucionaria de Madrid el enviar a todas las capitales de provincia una proclama que, al “Grito de Libertad”, deseaba expresar “el indescriptible entusiasmo del pueblo madrileño”, donde manifestaba que “No hay vivienda por humilde que sea cuyos balcones no estén adornados. Las músicas recorren la población tocando el himno de Riego; y cada vez se ostenta más la fraternidad entre el ejército y el pueblo español”.

     Un manifiesto que aportaba una serie de normas que van a incidir en la vida social española, con mayor o menor fortuna, como fue la orden de habilitar los sellos de Correos. Mandato que no fue cumplido en toda su extensión.

     En los pequeños municipios de la provincia de Teruel, carentes de marca oficial, sólo los más leales a la Junta provincial y en cartas dirigidas a personalidades políticas, adeptas al nuevo régimen, como el alcalde de Teruel y delegado del Banco de España, D. José Torán Herreras o en plicas y documentos de algunos ayuntamientos dirigidas al Juzgado comarcal o autoridades nacionales, apenas vamos a encontrar sellos habilitados que no sea en forma manual y en tinta de escribir.



     4/12/1868.- Carta de Cañizar del Olivar a Teruel dirigida a José Torán. Envío por correo del recaudador de Hacienda, adjuntando, en el interior, tres cartas de cobro por 3.032 reales de vellón, motivo por el que es franqueada con un triple sello de 50 mils. (150 milésimas de escudo), para un envío superior a los 20 gramos de peso, s/ tarifa de 1 de julio de 1862.

     Los sellos son habilitados manualmente con las siglas “HPLN”, con la observación de que el remitente raya cuidadosamente la cara de la reina con un supuesto ánimo de rechazo, pero sin apenas rozar el resto del sello, mostrando una sensibilidad especial hacia el timbre. Destacando el texto interior donde el recaudador intenta justificar las dificultades que encuentra para el cobro de impuestos, puntualizando:”Que aquí no paga más que el que teme y muchos se niegan”. 


(Alejandro Abadía París).

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     Hola amigos: antes que nada he de confesar que éste es mi sello favorito, el elegido entre todos los del mundo. Podría alegar que es por su llamativo color verde-amarillo, o la fuerza de su grabado a partir del retrato de Pedro Pascual; bajo un aspecto clásico se esconde un sello trascendental por el contexto histórico donde se emite. Para completar sus muchas virtudes, representa a un personaje cercano por estas latitudes, pues Joaquín Costa Martínez, también apodado como “el León de Graus”,  hijo de padre ribagorzano, nació en Monzón, y fallece en Graus, ambas localidades de Huesca.

     Pertenece a la serie dedicada a personajes notables relacionados con el ideario republicano, que fue emitida en 1931 con numeración al dorso (catalogado con el nº 656) y que se vuelve a emitir al año siguiente, esta vez sin numerar (número 664), siempre con un valor facial de 10 céntimos de peseta. Aparece su busto barbudo, inconfundible, y bajo él, uno de sus más conocidos lemas “Fomentar el árbol” (controvertido pues hay quien sostiene que su frase exacta fue “Fomentad el árbol”)

     De este sello se emitieron millones, siendo pues de amplia circulación, y con un gran abanico de usos, que abarcan desde cartas sencillas, a complementar franqueos en envíos internacionales, certificados, tarjetas entero-postales y otros.

     Dada mi querencia por este sello, hace unos pocos meses y gracias a un anuncio en www.agoradefilatelia.com conseguí un conjunto de 10 pastillas del número 664, es decir 1.000 sellos en total. Este inmenso lote me ha permitido disfrutar durante muchos momentos, y aun sigo en ello, y descubrir un gran número de usos y variedades de este sello: fechas más antiguas y tardías, perforados, descentrados extremos, variedades de tonos desde el verde intenso a verdes amarillentos más pálidos, así como muchas marcas de ambulantes, carterías, rodillos publicitarios, lineales, etc. De todo esto dejo una pequeña muestra en la imagen.

     Y para terminar, sólo me queda recordar que el próximo 8 de febrero de 2011 se conmemora el centenario del fallecimiento de este gran jurista, regeneracionista y pensador. Así que aprovecho esta sección para rendirle mi pequeño homenaje filatélico.

 

     Gracias de nuevo.

    
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