Los FC que ilustan el presente articulo son de la decada de los años 80 del pasado siglo, que no tienen nada que ver con los sistemas del siglo XIX, pero si con la reforma de 1904 que lo único que cambia es la numeración de autorizacion que es muy posterior.

 

El sistema de pago de este tipo de franqueo es usado para los envíos de prensa a sus suscriptores y que debe ser distinto a la dirección de la poblacion de la editora. Por el cual se paga anticipadamente el valor del franqueo mensual o  anual, previo concierto con la Administración.

 

Cuando se utiliza esta modalidad de pago, el envío debe llevar impreso el distintivo "franqueo concertado" de forma visible junto con el número de autorización correspondiente.

El predecesor del actual tal como lo conocemos hoy nació hace algo mas de 100 años. La reforma se debe al empeño de Torcuato Luca de Tena  de agilizar los tramites y abaratamiento de los envios de las publicaciones. Entró en vigor el 1 de mayo de 1904 con la reforma de la Real Orden del 19/03/1904 del entonces ministro de Hacienda Osma.

La reforma es de extraordinaria importancia. Fue la radical modificación del sistema que se venia siguiendo para el franqueo de periódicos  que necesitaba pegar a sus fajas los sellos  de correos por otro que en virtud de conciertos ( contratos) entre la empresas editoras con el Estado. Por lo cual los periódicos podian  circular por el correo libremente sin mas requisito que esta autorización obtenida del concierto.

En el segundo reglamento del correo de 1779, que de Conde Floridablanca que por primera vez se menciona la necesidad de portear periodicos  e impresos.

Tambien lo han sido muchos y variados los reglamentos del correo. Llas posiciones absolutista  o los aires mas o menos liberales han ayudado a esta cantidadad e inestabilidad de reglamentos.

Las variaciones de tarifas a lo largo del XIX y las forma de medir estas han sido bastantes.

La de Pedro Cevallos en 1815, la ley de 1835, la de 1836, la de 1842, la reforma de 1845 de Pedro Pidal, hasta llegar a la nueva ley del Conde San Luis de 1849 que establecía el sello como signo de franqueo.

Se han omitido detalles sobre las tarifas para no hacer farragosa  e intendible lo que solo es un articulo y no un ensayo.

Y a partir de aqui aún siguieron muchisimas mas reformas y cambios a lo largo de la segundo mitad del siglo XIX, que se pierde en la noche de los tiempos de ese periodo tan complicado para la politica  y sociedad española.

Los FC que ilustan el presente articulo son de la decada de los años 80 del pasado siglo, que no tienen nada que ver con los sistemas del siglo XIX, pero si con la reforma de 1904 que lo único que cambia es la numeración de autorizacion que es muy posterior.

Espero que haya podido ser de vuestro interes y agrado. Saludos. Juan-Miguel Rodriguez ( JuanMi).

En la serie del Medallón se encuentra uno de los pocos errores de color auténticos de la filatelia española.

Se trata del sello de 4 pesetas impreso en el color del de 1 peseta, que tiene en el reverso la numeración A.166.262, correspondiente al registro de valores de una peseta. Solo se conoce un pliego y es, sin duda, una de las grandes piezas de las perforaciones privadas de la filatelia mundial.

No circuló ningún sello y se ha falsificado (bastante groseramente) con posterioridad. La primera noticia "oficial" de su existencia apareció en el ejemplar de diciembre de 1918 de ''Madrid Filatélico ''. Posteriormente, todas las publicaciones nacionales y foráneas se hicieron eco de la misma. Aparece en todos los catálogos mundiales.

Os presento el ejemplar de mi colección, muy bien centrado y borde de hoja, con certificado de Francesc Graus."

 

He decidido que la imagen de esta semana sea un tributo a un sello que siempre me ha gustado, se trata del valor de 1/2 R. correspondiente a la emisión de Antillas de 1.857 con la efigie de Isabel II.
 
El valor de 1/2 real de esta emisión es el mas interesante para estudios filatélicos, ya que la larga duración de esta emisión y el empleo de tres moldes con carácteristicas propias mas la limpieza con ácido de 1.862 hace que cada pieza filatélica sea diferente y casi única. La abundancia de marcas y canceladores la hacen interesante para los estudiosos de las marcas e historia postal. Su valor de mercado, en general barato tanto en nuevo como usado como barrado hacen que no sea un obstáculo el tema económico para su estudio y su colección. La abundancia de tipos diferentes de Falsos postales (13 tipos) lo hacen sumamente atractivo para quien quiera sumergirse en este apasionante tema.
 
Por otro lado, el escollo típico que nos encontramos los coleccionistas de Colonias Españolas, que es la escasez de literatura, está practicamente superada, pues existen interesantes libros, destacando los de Guerra Aguiar y las colaboraciones de Echenagusia con Guerra y con las publicaciones del grupo Edifil, con lo que el neófito al menos está arropado en sus primeras aproximaciones a esta interesante emisión.
 
La pieza que muestro, es un error de impresión, sin duda al patinar la plancha, de la cual no he visto imagenes en los libros mas usuales, aunque sí reseñada en catálogos. Se trata de una imagen curiosa, que me hizo mucha ilusión conseguir, y que me gustaría compartir con todos vosotros.
En su reglamento, la Federación Internacional de Filatelia prohibe el uso de los franqueos mecánicos con valor de franqueo ''cero''. Tomando la parte por el todo, mete a todos en el mismo saco y considera estampaciones ''de favor'' todas las improntas que puedan presentarse con este valor. Esa regla no me parece en absoluto razonable ni justa.

Son numerosos los supuestos en que el franqueo ''cero'' es perfectamente explicable y válido. Vamos a ver algunas:

1. Pruebas de máquina.
Son las estampaciones que el fabricante o el distribuidor de la máquina hacen en una cartulina (con o sin membretes), bien sea en la propia distribuidora o una vez instalada la máquina en las oficinas del cliente que la ha comprado. Estas pruebas se hacen para comprobar el buen funcionamiento general de la máquina, especialmente la óptima estampación de la impronta. Naturalmente, estas pruebas se hacen con valor ''cero''.

2. Error de franqueo.
Será el caso (nada raro) que el operario que maneja la máquina se equivoque al franquear una carta y estampe un franqueo ''cero'' y luego el error sea corregido, normalmente en la propia oficina de correos, añadiendo los sellos correspondientes por la tarifa que corresponda al envío.

3. Error de fecha.
Cuando el operario de la máquina no pone al día el bloque fechador de la máquina y en la impronta figura una fecha varios días anterior a la real del envío. En algunos países como Estados Unidos, Canadá o Inglaterra, Correos obliga al usuario a llevarse de nuevo esas cartas a su domicilio y volver a pasarlas por la máquina con la fecha correcta y con valor ''cero'', ya que estaba franqueada correctamente. Este tipo de error me gusta especialmente.

Muestro aquí un ejemplo del primer supuesto. Se trata de una prueba de la máquina Hasler matrícula 1410, propiedad de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (parte superior de la imagen) y una carta regularmente circulada franqueada con esa misma máquina.

Victor M. Lacarta

Carta circulada desde Tánger hasta la ciudad austriaca de Linz el 1 de Octubre de 1907. Lleva como franqueo tres sellos de la emisión española del tipo “cadete” de 5, 10 y 25 céntimos de peseta (40 céntimos en total), habilitados para su uso por el Correo Español en Marruecos. Lleva Fechador de salida de la estafeta de Tánger y en el reverso la llegada a Linz el día 7 de octubre.

Según la circular que publica la dirección General de Correos el 26 de agosto de 1907, la tarifa para correspondencia al extranjero, pasa de ser 25 cts. por cada 30 grs. más 15 cts. por cada sucesiva fracción de 30 grs. a ser ahora de 25 cts. por cada 20 grs. más 15 cts. por cada fracción de 20 grs. Siendo la entrada en vigor de la mencionada tarifa el 1 de Octubre de 1907 con lo que estaríamos ante una carta con un primer uso de tarifa.

Hasta la introducción de estos sellos habilitados, las estafetas del Correo Español en Marruecos, estuvieron usando los sellos españoles sin habilitar siendo esta emisión del “cadete” la primera en serlo en 1903; aunque se admitía con normalidad los sellos de España inclusive circulando franqueos mixtos con sellos de ambas procedencias.

Parafraseando al genial Cervantes, “No se escribe con las canas, sino con el entendimiento, el cual suele mejorarse con los años”......  y es que esta carta, la cual fue una de mis primeras adquisiciones cuando comencé la colección sobre el Correo Español en Marruecos, me llamó la atención por el bonito franqueo tricolor, así como la curiosa disposición de los sellos en el ángulo inferior izquierdo e invertidos; el estudio de la tarifa vino mucho después, no dejando de ser una prueba más de lo que nos queda por aprender y las satisfacciones que nos puede dar el estudio.

Pedro Javier Cano Romero

Carta-Sobrescrito de Ceuta a La Bisbal (Gerona), con fechador baeza de Ceuta (8?.JUL.1854) y sin signos de porteo aparentes. Al reverso, fechador baeza de llegada a La Bisbal (23?.JUL.1854)

La importancia de la pieza postal traída en esta ocasión no lo es tanto por el continente sino por el contenido de la misma, que nos ilustra sobre la picaresca y el uso del correo para la realización de estafas desde un penal, en este caso El Hacho de Ceuta. Para un mejor conocimiento del tema es necesario consultar el magnífico artículo de Eduardo Martín Pérez “El Presidio de Ceuta: El Correo de los Confinados”, publicado en El Correo del Estrecho nº 12 (1997), boletín de la Agrupación Filatélica de Ceuta. Y dado que nadie mejor que él podría ilustrarnos sobre tal hecho, transcribo a continuación parte del artículo dedicada a esta clase de timo:

Juan José Relosillas en su obra “Catorce meses en Ceuta”, que efectivamente los pasó como Ayudante Primero del Penal entre los años 1873 y 1874, nos dice: “El “entierro” consiste en suponer que hay un tesoro escondido en cualquier parte, y que buena porción de ese tesoro se entregará al que facilite determinada suma que se necesita para desenterrarlo.” Así, el penado escribe a una persona de la que tenga referencias por sí, sus familiares o por otros penados, contándole esta historia. Y si tiene éxito la trama, comienzan a llegarle los giros y certificados con dinero, pues escribirá más veces alegando que hace falta más “materia prima”. Estas cantidades eran recibidas por el propio penado o por personas de su confianza: familiares residentes en la plaza u otros conocidos en la población no reclusa, comentándonos J.J. Relosillas que eran también las “casa de mala nota” los centros receptores de los envíos monetarios….

La lectura completa de este interesante artículo, así como la transcripción del texto de la carta, se puede hacer visitando la página:

http://www.filateliadigital.com/oc.htm

De la colección de José Mª Hernández Ramos (Rusadir).- Ceuta